Galletas de almendra muy crujientes
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Galletas de almendra, historia
Con esta receta de galletas de almendra, tu vida alcanzará otro significado… Son tan fáciles de hacer que la vida te parecerá maravillosa. No podrás creer que con una simple mezcla de ingredientes, tu que nunca has hecho galletas, puedes hacer esta maravilla en tu casa.
Los primeros datos registrados nos llevan al siglo III donde el Chef Apicius habla de “Bis coctus” lo que a día de hoy ha desembocado en la palabra “Biscuit”. Como en muchas otras elaboraciones culinarias, las galletas tienen su origen en la necesidad de la conservación de los alimentos para los viajes largos. De todos es conocido que las legiones iban de aquí para allá sin parar… Otra de las grandes referencias es Colón, que en su viaje a las indias en el que en realidad llegó a América, lo llevaba como alimento principal en las 3 carabelas.
Es curiosa la historia de la gastronomía, son las guerras básicamente las impulsoras del desarrollo de muchos de los alimentos, pero claro, en la antigüedad todo eran guerras, no había televisión, ¿qué iban a hacer? Normalmente los pueblos más poderosos, eran también los más cultos y son los que iban llevando por todo su mundo, los conocimientos gastronómicos, la agricultura, la ciencia conocida en ese momento…
Hoy en día, es tal la variedad de galletas caseras, que muchas de ellas solo se diferencian por pequeños matices. Las galletas de almendra tienen una diferencia crucial, que llevan almendra y esto las lleva a otro nivel. Todas las galletas que conozco con la almendra entre sus ingredientes, alcanzan un sabor que las diferencia. Para mi gusto es lo que hace que estas galletas sean una maravilla. Sinceramente, espero y deseo que las hagas, no te olvides de poner comentarios contando tus impresiones…
VIDEO PARA VER LA RECETA PASO A PASO
Ingredientes
Galletas de almendra muy crujientes
Pasos
Cuida el orden de mezcla de los ingredientes y sobre todo, pésalos y respeta las proporciones o el resultado no se parecerá al original. Te recomiendo ver el vídeo y seguir las instrucciones al pie de la letra.
Una vez que nos preparamos todos los ingredientes a mano, comenzamos a mezclarlos en un bowl grande. En primer lugar ponemos los ingredientes en polvo y los mezclamos bien con unas varillas para eliminar los posibles grumos.
Una vez bien mezclados, añadimos los ingredientes líquidos. Primero mezclamos un poco el huevo y a continuación añadimos la mantequilla en punto de pomada. Para obtener este punto lo ideal es tener la mantequilla fuera de la nevera un par de horas al menos.
Una vez bien integrados todos los ingredientes, preparamos una lámina de film plástico de cocina y envolvemos la masa procurando que no quede nada al aire. Introducimos la masa en la nevera durante al menos una hora, si son dos mejor. La masa debe estar bien dura cuando empecemos a manipularla.
Pasado este tiempo, espolvoreamos harina en la superficie de trabajo y extendemos la masa con un rodillo hasta dejarla del grosor deseado para nuestras galletas. Entre 4 y 5 milímetros es lo ideal.
Cortamos las galletas con nuestro cortapastas favorito y las vamos colocando con cuidado en una bandeja sobre papel de horno. Estas galletas aumentan de tamaño con el calor, por lo que debemos tener cuidado y separarlas un poco.
A estas alturas ya debemos tener el horno a una temperatura de 180 º centígrados, con el calor arriba y abajo, sin ventilador. Colocaremos la bandeja un poco más abajo del centro del horno y dejaremos hornear durante unos 15 minutos a modo orientativo. Tienes que fijarte en los bordes de las galletas, cuando estén dorados, las galletas ya están. Las galletas tienen que estar blandas al sacarlas del horno, si las sacas duras, luego serán como una piedra... No te preocupes que las galletas al enfriarse, se quedan duras y crujientes por el efecto de la mantequilla.
No me seas ansias... Deja que se enfríen las galletas jajajaja y no hagas como yo que empieza a comerlas todavía calientes. Verás que feliz eres con estas galletas.
Conclusión
Las galletas caseras son fantásticas pero tienen un problema, se comen demasiado fácil y te llaman a seguir comiendo... Ten cuidado que su aporte calórico es alto.
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